Es tarde en el lugar de lo incierto. el noctambulo se viste de bríos nuevos mientras que en la radio suena una sátira a la vida misma. en una breve pausa, el sereno sonido de la noche se torna macabro al escucharse algo arrastrándose afuera de la ventana. el desmadrugado se paraliza y arranca el cable de la radio de la pared. Sus ojos se abren...la garganta se le cierra y el oído esta indispuesto a creer lo que oye. Su mente se inquieta.el hombre de la noche recupera el aliento poco a poco y camina de puntas hacia su ventana cubierta de un harapo gris.Sus dedos se ciñen al harapo y piden tener el suficiente valor para develar lo que hay al otro lado.La perplejidad asalta al hombre al ver lo que hay afuera.Afuera, se encuentra a si mismo...flotando sobre una cama. Tiritando de frio. Muerto en vida, con hedor a sal, Mojado de angustia, encadenado al olvido. El penetrante deseo de no ser.El hombre soltó el harapo.Largas horas pasaron antes de que pudiera moverse. Se quedo parado justo ahí.Al no poder entender lo que había pasado. El hombre simplemente durmió.

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...