Preguntas, excusas y respuestas.

Ella me preguntó cómo es que podía escribir así, como dejándome el alma en el papel. Sin darme cuenta pensé en 64 excusas en los dos segundos anteriores a que mis labios se movieran por cuenta propia. No es el cómo, sino el porqué -le dije mientras le miraba a través de los ojos.

Flota

Divagamos
En el contentamiento de nuestras almas
Dispersos, inalienables
 Impregnados de un desconcierto etéreo
 Labios rispidos que hablan quebrantando un silencio antinatural
Raíces en el cielo carmesí
 Pendientes
Sosteniendonos de los tobillos de alguien más para no flotar hacia la negrura del infinito
Lo terrenal no nos complace y, sin embargo, nos contiene.
Y tú que no llegas a soñar
Ni dormida
Ni despierta
 Yo te sueño a la mitad
 Mitad en ti
 Mitad conmigo

Camino a la Z



Somos los compases que nunca se repiten en los solos de saxofón de John Coltrane.
La niebla que disipa los detalles y deja a la imaginación las cornisas y el color de los parachoques en los automóviles que nos avisan de su existencia a través del tintineo de sus luces rojas.
Miramos poco para imaginar más. No unimos los puntos. Creamos constelaciones de figuras que se combinan para formar otras tantas.
Recogemos pequeños versos escritos en servilletas que se apoltronan en el contenedor que está en el callejón detrás de nuestro café favorito.
Como un pequeño tren fuera de riel y a la vez cumpliendo patrones que en su entropía nos ayudan a trazar nuevos mapas.
Somos exploradores perdidos. Guiados por estrellas citadinas.
Nos releemos para viajar al punto de partida. Vastos ríos de tinta corriendo sobre paredes de papel. Laberintos cíclicos e impenetrables desde el exterior. Con el césped que solo nuestros pies han calzado. Aquellos que nacimos perdidos. Ensimismado.
Un compendio imaginario que aún no llega a la “z”.

Randomly

At the end, we are randomly touching each other's shoulders as we pass around like restless souls without take the chance of loving each other indiscriminately

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...