Scribbler

“Me ahogo en las opciones azarosas de un camino que duda entre derecha, izquierda y vuelta en “u”. Los ciento ochenta grados más complicados de mi vida. Voy pasando el tiempo con las intenciones adecuadas pero con las personas incorrectas”

Porfirio terminó la línea y enseguida sorbió un poco del té de menta que estaba frente a él.

-Qué complicado es explicar un momento. Si existiera una enciclopedia ilustrada de los elementos que componen un segundo de confusión o monografías de las memorias de la última vez que dudamos antes de sonreírle a alguna persona desconocida.-

“Dive into the innocuous sea
Be a wave
The explorer of the darker blue
Sound of the unspoken
Prize and glory
The numbness of an endless dream
Lesser chances every day
Grey everywhere
 Here comes the night”

Porfirio Alzó la solapa de su gabardina intentando calentar su cuello. El ventanal presentaba la vista de una lluvia interminable que hacía que aquella ciudad en donde había vivido toda su vida pareciera una acuarela.

-Pronto tendré que caminar. Espero que la lluvia sea amable con mis botas.-

Pensó mientras daba vuelta a la página en su cuaderno con pasta de cuero que había comprado en un mercado callejero.

“Hay memorias que te cansan y te llevan a desear viajar en el tiempo y cambiar esto y lo otro. Lo infinito e irreversible del paso del tiempo es lo que terminamos de comprender cuando ya ha llegado lo irrevocable.”
Cerró su libreta amarrándola con la cinta carmesí que le colgaba de un costado. Hizo girar la pluma sobre la mesa mientras esperaba que la mesera le mirara para pedir la cuenta. Eran de esas noches que no quería estar sentado en el café ni quería llegar a casa. Solo quería caminar lentamente y crear un momento que durara lo suficiente para encontrar algo lo suficientemente interesante como para echar a volar la maquinaria en su mente.

-ya encontraré algo.-


Dijo en voz baja mientras miraba pertinazmente a través de los reflejos de los aparadores que captaban los destellos de cada luz artificial.

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...