Lo mismo Te pregunté.


Pierdo de a poco la imaginación entre puentes grises y sauces marchitos. Mis pies piden calzar la hierba seca. La sagacidad del viento se desparrama por la plaza abarrotada de recuerdos rojos. Compas hidráulico que anida peces de doble cola con ojos escondidos en las tráqueas. Somos la malformación de la irrealidad vertidos en moldes sociales, axiomas indexados en parámetros no lineales que nos atrapan dentro de un suspiro cíclico, angustia renovable y autosustentable. Somos el terror de la noche rezando un mal augurio en blanco y negro por las mañanas. La euforia colectiva en 1024 x 800 px porque solo así puedo  ver la parte visceral de nuestra “realidad”. L a alta definición del mundo del revés en donde el caminar vendado es un deporte nacional.

Y volver, aunque sea para morderte un hombro.


Por lo menos tu voz dejó de tener ese tono intermitente que me recordaba que tus pensamientos estaban ocupados por alguien más simple de amar.

control (es)


No puedes ver a través  de una mueca de disgusto
La previsión no es suficiente cuando se trata de escribir acertijos en la arena con una tormenta que corta el horizonte grisáceo y alcanza a una pareja de adolecentes que se escondían de la tarde bajo unas escaleras de madera.
Tal vez de momento podamos aterrizar nuestros pensamientos en cajetillas de 140 caracteres y olvidarnos de las novelas y los poemarios que describen a detalle el color del suéter de la mujer que de manera impasible recorría el jardín del centro de la ciudad buscando fotografías sobreexpuestas de romances muertos. Enterrar las palabras rebuscadas y volvernos seres monosílabos que pueden, si o no,  estar de acuerdo con su existencia.
Nuestras dedos se condensan, nuestra saliva se vuelve azúcar y el acido de nuestros ojos nos nubla el apetito de ser paso tras paso mejores comensales de letras volcándonos en el simple mecanismo de medir nuestras ideas a través de paquetes predefinidos. Somos una marca con etiqueta y sin introducción o información nutrimental…no hay tiempo para ello, somos un cáncer no terminal que rompe tu parsimoniosa y rutinaria vida llena de letras para llevar con papas y refrescos grandes.
No me limites las ideas.

te compre un recuerdo


Sientes las semillas al caminar y te germinan los pensamientos
Y tu voz frágil con sentencias que se hilvanaban en mi mente
Una sonrisa de rebanada de sandia cubría la mitad de nuestros rostros
Bebíamos algo negro y nuestros pies se susurraban debajo de la mesa
Era la reminiscencia de una hoja con formulas de maíz y centeno
Nuestros padres en forma de brebaje y pulseras de barro
La infusión de un momento con tres cucharas de azúcar morena
Y los cuadros chuecos con personas mitad mujer mitad verdad.

mi "obra" está incompleta.


La opacidad de un monstruo que toma nuestros colores de una paleta seca para pintarnos a oscuras y en silencio mientras va definiendo no lo que sentimos, sino nuestra capacidad de separar el ruido de la música y las letras de los pensamientos.

Quieropensarquetúpiensasdelamismamaneraenlaqueyopiensoenti.


Tatuaje de sal con forma de espiral que nubla mi mente
Duerme en mi espalda, consciente a mis labios partidos por el frio
Suenas a marchito, papel de fresa en los bolsillos y goteras en la cocina
Te cuenta un poeta con música de fondo, guitarra y percusión
Tonada angustiosa que te cala en la piel y te muerde las uñas
Mañana de noviembre y noche de abril en un tic tac y comienza de nuevo
Menguas y escurres el tamiz, el dorado de la noche es secreto de tu mies
Prosigue el escriba a besarte los anhelos y besarte las manías
Y yo, como leído entre líneas, te poseo en versos discontinuos
Con la métrica maniatada, engalanado con un turquesa que nadie entiende
Perece todo lo que es nuevo y comenzamos de nuevo a estar en lo cierto
Vamos tomando lo serio mas como un descanso y todo lo demás es poesía
Eterno nada, tal como el ruidoso silencio que estremece mis entrañas
Escupo sangre de culpa y pienso con los ojos vendados
Sueño por lo tanto existo.

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...