Hoy puedes llamarme en horas de trabajo
Y quejarte de que no puedes memorizar los huesos de la mano
Explicarme que te es más fácil memorizar mientras te beso el cuello
Y tomamos vino barato debajo de las sabanas
Inventando nuestra propia noche con cortinas negras
Hoy podemos arriesgarnos y desconectar las líneas telefónicas
Hacer una ensalada con las sobras en la nevera
Conocernos en la sobremesa
Ponernos al día de lo que fueron nuestras vidas
Antes de que existiera un NOSOTROS
Hoy podremos celebrar que tenemos 8 días sin pelear
Que hemos olvidado él porque dormí una semana da junio en el sofá
Y sacar todas las fotos que tenemos entre los libros
Y mirarnos a través del papel
Ser por una noche una pintura con miles de matices y texturas exquisitas
Hoy podemos dejarles a los demás la negación
Embriagarnos de optimismo
Perdernos en la esperanza de una remota posibilidad
En la cual podamos ser como ese reloj en casa de tus abuelos
Que no difería ni un segundo con la hora en la televisión.
Si tan solo hoy no fuera un día de junio y yo no estuviera sumido en el sofá pensando en todas esas fotos que se esconden de mi entre los libros que te dejaste la última vez que te fuiste y te llevaste a nuestro gato gris.
Todavía me sigo preguntando qué es eso que tienes en la cabeza que te inspira tanto C:
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