noche, día...noche 1

No vi llegar las lagrimas, simplemente entraron por la puerta trasera, hoy serán el invitado incomodo, me hago uno solo con el vaso y miro mi mano derecha, vacía, sudorosa como ella misma, empuñándose para hacerme sentir fuerte ante la debilidad aparente, anacoreta permanente, no me es suficiente la paz mental, más bien busco que mis ojos se desorienten, perderme entre los cojines de puntos blancos del sofá, que se asoman a ver la lámpara que a su vez ve a la maceta del corredor la cual está observando detenidamente el reflejo de la ventana en donde yo me encuentro sentado con un vaso en mi mano izquierda y mirando mi puño derecho. Una imagen recurrente pensó ella mientras suspiraba.

Ayer soñé que me hacia polvo cerca de un embarcadero, me confundía con la arena, una parte de mi se colgó de las sandalias de un hombre que pegaba carteles con mi nombre aunque mi rostro estaba borroso, y tenía una camisa café…nunca he tenido una camisa café, nadie me reconocería en la foto, nunca me han visto como polvo de todos modos. Después de la conmoción de verme a mí mismo como a un extraño me percate de que había llegado a un corredor con paredes rojas, no sabía en donde estaba pero en la pared había fotos de personas sin rostro…de algún modo me sentí en casa.

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