enfermedad y cura


Aturdido entre la nada se encuentra el pensador disoluto que se iba encariñando con el silencio a medias. El ruido del transeúnte no cuenta, decía mientras se miraba los zapatos rotos. Era sin lugar a dudas la ultima tarde en la que él podría escribir acerca del silencio a medias. Entendía perfectamente que al terminar el día estaría gastándose su última bocanada de aire tibio. Hoy el silencio absoluto me llega, pensaba aquel hombre mientras escribía en la envoltura de papel que encontró entre sus bolsillos.
El ruido del transeúnte no cuenta
Hoy el silencio absoluto me llega
No habrá gardenias para mí
Ni un funeral alegre
Solo miradas perdidas
Pensaran que duermo
Indispuesto a la vida
Esperando lo que ya pasó
Con mis uñas rotas
Y las ideas perdidas
Entre el deseo y el olvido
Entre la locura y la verdad
La verdad es que no me encuentro muy seguido
Siempre soy alguien más
Como esperando a que suceda
El algo
La nada
Todo se retrasa a la cita
Cojean del mismo pie
Poemas de métrica absurda
Me escurro entre la alcantarilla
Fango
almizcle
Lodo
Chapopote
Negro ser
Solo no me mires
Sigue tu camino
Ya me enterraran mis escritos
Algún personaje
Las historias absurdas son mi segundo nombre
El escritorzuelo…mucho gusto.



Pensaran que duermo…escribía mientras la mirada se le iba perdiendo, los labios ya no le respondían. Hoy terminó su historia, sin gloria, no hay monumentos para el escritor caído, nadie dice unas palabras, muchos pensaban que solo era un vagabundo, solo uno-el mismo- supo que en realidad nunca tuvo nombre.
Nunca nadie se entero que solo pedía una limosna de inspiración, buscaba una musa entre las hojas secas y las botellas reciclables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...