esoestodo

De repente todo se trata de ser más ligeros y caminar sin tomar en cuenta el horizonte. Con nuestros brazos cruzados, ahogando nuestras ansias por nuestra falta de interés en el desconocimiento voluntario para poder dormir cuatro horas sin tener que permanecer sumidos en una montaña húmeda de almohadas y con los labios partidos a causa de la salinidad de nuestro tan sobrevaluado llanto.
Podríamos plantarnos en algún corredor y dejar de preocuparnos por lo que podría ser y fumasncionar de una manera mas  autosuficiente o cancelar algunas citas en casa y correr a oler el océano antes de que el confort de la noche nos pida que nos mantengamos en silencio mientras nos come por los hombros, como una carga que no puede ser guardada en el ático, algo que crece debajo de nuestra cabellera y lleva las riendas de nuestra mente.
Me gustaría decirte que no por mi cuenta, pero esta pequeña cosa llamada conciencia se ha ido para no volver y yo pretendo ser irracional para no tener ninguna queja del lado gris de mi interior.
Todo el tiempo fue más que una simple disculpa o un discurso político en forma de cliché.
Eran todas estas palabras que saltaban a borbotones de mi boca, todas estas llamadas por la noche con enmarañadas ideas solo intentaban decirte que nunca pudimos entenderte.
Yo, mi conciencia y mi ser.

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