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Es  como en los cuadros de aquel indígena que se refugia de la lluvia bajo el puente. Goteras de colores colorean nuestros impermeables mientras que el vaho difumina la tormenta.
Nadie quiere quedarse fuera.
La lluvia como muchos otros eventos climáticos se asemeja a la manera en la que manejamos nuestros pensamientos.
A veces somos fluidos a veces caemos en ciclos que funciona de manera errática.
Camino con pies de plomo en el fondo de una laguna verdosa.
Hay señalamientos en cada esquina pero no logro pisar firme.
Nado a lo profundo pero no encuentro silencio.
Bullicio ensordecedor de las ballenas que lloran por el Jonás que huye a la orilla.
Inodoro.

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