Después de todo, la noche resplandece con un talante curioso, inconspicuo, latidos perpendiculares. Así, los ánimos te saben a cristal, caminas sin rumbo, tu sombra te pierde de vista, te detienes un momento sentada en una banca bajo un abeto blanco que parece no tener fin, como si pudiera besarle las pestañas a Casiopea. El rumbo se apetece misterioso y el destino distante nos conmina a contar nuestros pasos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dos minutos para las 2
Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...
-
Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...
-
Tu sonrisa la forma en la que suspiras tus dedos chuecos los lunares en tu cuello Eres por mucho, el capricho más costoso que he te...
-
Pero entonces una idea te crece en la raíz del hipotálamo Esparce sus esporas en la medula y te vuelve un humanoide Un ser sin voluntad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario