CULP(ABLE)


Los años y los párrafos, se forran con movimientos cadenciosos que nos hacen olvidarnos de las canas y los dolores de rodilla, pervierten nuestra mente con deseos obsesos de una soledad expedita cuando en realidad la compañía es lo que nos mantiene recostados con un dejo de confianza en el rostro y las flores marchitas sobre la mesa.
Ya nada como antes, pues no hay que pensarlo dos veces. La matiné de sueños llega demasiado tarde mientras el sobrecupo de las 5 cataliza nuestra falta de propósito o por lo menos la pretensión de alguno.
He despedido a la noche con propiedad, le he estrechado la mano, sabe que pierde ante mí y mis ojeras, la batalla está decidida aunque la guerra sea contra el local. Hoy la casa pierde.
Nadie se dobla, todos caminan erguidos y viéndote directamente a los ojos aunque desangrándose por dentro, nadie se arrodilla…todo va de ser único siendo como todo y cada uno de nosotros con la contrariedad de que somos  un cumulo de seres desiguales en los que la geometría no se complace, con ojos nerviosos y dientes chuecos, las narices prominentes de los gladiadores y la piel irritada de los transeúntes olvidados.
De albergar a la duda, culpable.
Solo un corte pequeño bastó
Quema por dentro
Pero no tan lento
Sin cerrar los ojos
La anestesia se ha perdido en el cajón
El preludio musical advierte
La tercera llamada
Deceso imprevisto
 Desenlace oportuno
Aun así inconcluso
Culpable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...