-¡Esto es ridículo!
Le gritaba al hombre que miraba a través del hueco en mi estomago.
-No encontraras nada visceral ahí, solo letras que mordí del diario en el desayuno.
Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...
Tan subrealista que no se qué decir. Siemplemente, me ha encantado eso del hueco del estómago.
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