No hay significado escondido
No hay dobles interpretaciones
Solo el parco color de tus mejillas que hacen muecas
discretas.
Mis excusas no son suficientes. Ridículas y dispersas en los
diferentes tonos de violeta que nadan en el hematoma de mis nudillos.
El deseo constante nos condena al aroma dulce y el
desenfreno de tu mirar vacilante que desafía al único momento de silencio que se cuelga del día.
Estruendo que deconstruye
nuestros huesos. Pulveriza el pensamiento y nos vuelve errantes. Nos seca las
palabras. Vierte tu aceite en mis manos.
Te vuelcas sobre mis sueños. Por ratos apacible y por ratos huracán
que despedaza el suelo debajo de mi ser curioso.
Tal vez es la lluvia o tal vez es que te escondes en lo más
oscuro del desierto. Manantial en laberinto. Oasis salado.
Con cautela te voy escribiendo esperando a que me leas entre
líneas y saborees cada error que provocas en mis dedos chuecos.
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