Des-espera.

Estamos a solo un paso de distancia y no puedo dejar de observar cada milímetro de tu rostro y ese cosmos en donde no sé  donde  termina tu hombro y comienza tu cuello. Me pierdo en la aguda desesperación de no poder hundir mis labios en tus mejillas. Tu aroma me arranca suspiros llenos de resignación. La profunda agonía de estar tan cercano e inherentemente distante. Un sentimiento surreal que se apodera de la parte más coherente de mis pensamientos. No puedo descifrar el gran enigma en tu mirada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dos minutos para las 2

Dos minutos para las 2 y los párpados te pesan más que la negrura de la noche. Sin embargo te embriagas del ruido blanco de la radio y com...