Evoca y equivoca

Escritúcho # 3245358
Dicción

Ficción

Adhesión

Coerción



Después de tener una espiral interminable de letras recorriendo los rincones más húmedos y sombríos de mi mente, cientos de palabras que no pude hilvanar salían como escarabajos por mi espalda y mordían mi cuello quitándome la tranquilad. Me mordía la uña de mi dedo índice intentando encubrir las ansias de darle sentido a mis pensamientos y terminar lo que mi editor esperaba desde hace un par de meses cuando recordé el escrito que nunca termine, aquel que te prometí el primer domingo del otoño, aquel en el que escribía acerca de la región de la Guayana venezolana en donde un mitigado y empedernido escritor buscaba formas humanas entre las piedras cortadas por el tiempo. Al pasar las hojas de todos mis escritos me di cuenta de que tu aroma se fue decolorando lentamente y la imagen de tu mirada se fundió entre el viento que apago violentamente las velas que alumbraban mi escritorio, la tenue caricia de tu sonrisa se escondió en la negación y poco a poco mis escritos hablaban de nuevo de cosas sin importancia, lo profundo de tu ser paso a ser lo más insubstancial dentro del tintero de mi pluma, no existes mas entre mis registros del día a día, no apareces mas en el álbum familiar, mis escritos no son mas para tus ojos pues mis musas más actuales son concisas de palabras y actos, de esencia y pensar…el amorfo deseo de reproducirte a través de sus memorias es simplemente un cobarde acto de autoengaño.

El recuerdo de lo no vivido.

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